En Medellín, la narcoestética ha dejado una marca indeleble en la imagen de la mujer paisa, moldeada por los “valores del narcotráfico“. Y aunque este fenómeno siempre ha promovido un ideal de belleza que vincula la apariencia física al poder y al éxito, ahora surgen movimientos que desafían estos estándares, buscando una visión más inclusiva y diversa de la belleza. En ’Cartas sobre la mesa’ exploramos cómo la resistencia a la narcoestética está generando cambios positivos en la sociedad paisa.