La Bohemia
Un día esperando un tren para regresar a España, en una estación de Paris, ví a un viejo pintor de barbas blancas, pintando un cuadro de la estación, idealizaba colores, sombras, trenes de otras épocas, cada pincelada era la perfección. Al fondo una melodía, alguien tocaba la bohemia, los transeúntes pasaban sin darse cuenta que la sensibilidad el arte de vivir estaba tan cerca. Una persona le ofreció unos pocos francos por su obra y el viejo pintor se desprendió de la pintura mas hermosa que vieron mis ojos, una sonrisa y el viejo el artista se perdió entre la gente y las calles de Paris. Aquel día aprendí que la felicidad la eternidad esta en el instante de las cosas.