Stark procesa al asesino de un policía. El Departamento de Policía de Los Angeles no confía en él.
Matan a un policía encubierto mientras arresta a un traficante de drogas. El Departamento de Policía de Los Angeles no está demasiado contento de que Stark participe del caso; cuando defendía a los delincuentes ayudó a dejar en libertad a muchos asesinos de policías. La Fiscal de Distrito no quiere que Stark intervenga porque hay mucho rencor dando vueltas. El Alcalde Delgado le recuerda que pronto es la reelección. Si Stark pierde el caso, el Departamento irá tras él no tras ella.
El sospechoso es Scott Ransom, que tiene antecedentes por traficar drogas. El Detective Isaac Wright, compañero del policía asesinado, vio a Ransom parado sobre el cuerpo… pero no presenció el tiroteo. La novia de Ransom le sirve de coartada. Además, su abogado es Elliot Dasher y pocas veces pierde un caso. La última vez que esto ocurrió trabajaba para Stark… y Stark lo despidió.
Stark habla con el Detective Wright, que le recuerda furioso que una vez convenció al jurado de que obligó al acusado a confesar a los golpes. En consecuencia, lo sancionaron y lo trasladaron a otro distrito policial. Stark promete atrapar a Ransom. Wright le explica que, junto a su compañero, emboscaron a Ransom para arrestarlo. En ese momento, un camión bloqueó el callejón donde él se había escondido. Cuando el camión se fue, su compañero ya estaba muerto y Ransom escapaba de la escena del crimen. Stark agrega que se acercó al lugar, ¿a dónde fue? A perseguir a Ransom, contesta y Casey intentan conseguir una orden para allanar el departamento de Ransom; falta demasiado para el informe de balística y no pueden esperar. Madeline convence a Casey de interpretar mal el informe del Médico Forense. Si los descubren pueden explicar que fue un simple descuido por estar presionados por el tiempo.
Stark enseña a Julie a manejar; no aprende demasiado rápido. Al ver que su hija aún vive entre cajas de mudanza le ofrece una entrevista con su decorador. No acepta. Le comenta que quiere pintar su habitación en un tono violeta. Stark le vuelve a comentar sobre el la casa de Ransom. Encuentran una bolsa de drogas salpicada con manchas de sangre. Al día siguiente, Dasher se mueve rápidamente para eliminar esa evidencia. Si bien la sangre coincide con la del oficial asesinado, el informe del forense definitivamente no concuerda con la bala, obstaculizando la orden de allanamiento. Luego de una pequeña presentación por parte de Stark, el juez – en lugar de ordenar medidas disciplinarias para Madeline y Casey – opta por denegar la petición de Dasher. Aún sin las pruebas de balística hay suficiente evidencia que confirma el móvil. Stark advierte a Madeline y Casey que la próxima vez que hagan trampa… mejor que nadie los averigua que el vecino de la novia de Ransom en Los Feliz escucha su auto todas las noches cuando llega y cuando se marcha. La noche del asesinato, Ransom partió a las 12:45 de la madrugada y regresó a la 1:37; el tiroteo fue a la 1:15. Stark señala que Ransom no tuvo tiempo de volver a su departamento de Venice con la droga. Entra intempestivamente al precinto y acusa a viva voz al Detective Wright de haber plantado la evidencia.
Stark sugiere que el equipo ignore la declaración del vecino. Nunca deberán preguntar al Detective Wright a dónde fue luego del asesinato. Raina está furiosa: no es ético, es ilegal y pueden quitarles la matrí Policía de Los Angeles está molesta con las acusaciones de Stark y amenaza cesar toda cooperación con la fiscalía. La Fiscal ofrece un acuerdo de conformidad entre defensa y acusado. Stark está disgustado. Dasher no acepta ya que sabe que eso significa que hay una falla en la defensa.