MENE MENE TEKEL UFARSIN

En el libro de Daniel se dice que el príncipe Baltasar de Babilonia hizo un banquete en el cual usó, profanándolos así, los vasos sagrados de oro y plata del Templo de Salomón de Jerusalén, que habían sido llevados como botín por su predecesor, Nabucodonosor II. Repentinamente, apareció un dedo (la Mano de Dios) que escribió en una pared del palacio las palabras: Mene, mene, tequel, ufarsin. Ninguno de los adivinos reales supo interpretar la frase. El rey mandó llamar a Daniel, antiguo sirviente de Nabucodonosor, y le ofreció recompensarlo si lograba descifrar las palabras. El profeta rechazó el premio, pero igualmente le dijo el significado de lo escrito: MENE: “Ha contado Dios tu reino y le ha puesto fin“. TEQUEL: “Has sido pesado en la balanza y hallado falto de peso“. UFARSIN: “Ha sido roto tu reino y dado a los medos y los persas“. Según el relato bíblico, Babilonia fue invadida, a Baltasar lo mataron esa misma noche y Darío el Medo se apoderó del reino.
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